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"Inseguridades y desconfianzas" es el episodio 141 de Dirección Coral Online, Temporada 4
Estamos analizando un texto de W.F. Folger: "The 7 deadly sins of Choral Conducting"
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transcripción:
#141: Inseguridades y desconfianzas
https://podcasters.spotify.com/pod/show/gusespada/episodes/Inseguridades-y-desconfianzas-e25lthu
Notas del programa:
"Inseguridades y desconfianzas" es el episodio 141 de Dirección Coral Online, Temporada 4
Estamos analizando un texto de W.F. Folger: "The 7 deadly sins of Choral Conducting"
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Es sabido que los libros y las lapiceras se prestan, pero no se devuelven.
Hay muchas técnicas para intentar que las personas nos devuelvan los libros. Filmarlos, sellarlos... Esto es de la época en que usábamos sellos con nuestro título y nombre. Yo tenía un sellito que decía Gustavo Espada, director de coros.
Otra estrategia es anotar en un cuaderno o blog ¿Quién se llevó qué libro?
La verdad es que está difícil recuperar los libros prestados.
Bueno, un libro que presté hace años es "La linterna mágica" de Ingmar Bergman. Yo me compré ese libro porque lo recomendó un maestro con el que estudié varios años y con el que estudio actualmente. "Linterna mágica" es una especie de autobiografía con muchos detalles útiles sobre cómo ensayaba y trabajaba Bergman en teatro y cine. Muy, muy interesante realmente. Y yo intentando en vano imitar a mi maestro en mis clases de dirección coral utilizaba este libro como apunte para dar ejemplos de las cosas que podríamos aplicar, que podríamos pasar del teatro a la dirección coral.
"Vos lo que querés es que nos aprendamos de memoria la partitura", me comentó una vez un alumno de esos alumnos que en Córdoba les decimos vagoneta, vago, sí, vagoneta, juego de palabras típico de los cordobeses. Este pibe no tenía 20 años y ya lo habíamos perdido para la música. Pensando en un músico que no tiene 20 años y ya tiene esa actitud frente al estudio, pero no me quiero ir por las ramas. Mi alumno vagoneta se refería a un pasaje donde Bergman cuenta que siendo él un novato, otro director de cine con más experiencia, mucha más experiencia le dice "veo que no dibujas las escenas".
Por esa época yo también era novato, era director novato, docente novato y seguramente era poco sutil, por eso mi alumno Vagonetta me señalaba que mi intención descarada con ese apunte de Bergman era sugerirles que memorizaran las partituras que iban a dirigir. Yo ya había visto en un documental que Jean Jacqueanot, director de cine muy reconocido, antes de comenzar a filmar, antes de comenzar a filmar, tenía ya toda la película dibujada escena por escena. En ese documental él mostraba su cuadernito, creo que era el making of de la película El Oso.
Escena por escena, todos dibujitos hechos a mano en un cuadernito.
Esto era así en los años 80, pero para ponerte y de ahí para atrás, para ponerte un ejemplo más contemporáneo en el making of de la serie de Mandalorian, la serie de Star Wars, podés ver cómo estos tipos tienen de cada capítulo, en primer lugar, a la antigua, dibujos, pero esta vez dibujos digitales de cada una de las escenas. Después de tener todo el episodio dibujado, hacen una simulación en computadora en 3D de cada capítulo completo, escena por escena, movimiento por movimiento.
Y recién cuando tienen el capítulo computarizado, digamos, van al set de filmación y lo vuelven a filmar, por decir de alguna manera. Cero improvisación, queridas y queridos.
No sé qué fue de la vida de mi alumno vagoneta, no lo volví a ver ni lo volví a sentir nombrar. Lo que te puedo decir es que ni en ese entonces ni en la actualidad consigo que mis alumnos memoricen las partituras que tienen que dirigir. Esto seguramente dice mucho de mí como docente de dirección coral y bueno, pero también es cierto que como docente de dirección con el correr de los años, me he dado cuenta que solamente la memorización, sin otro montón de herramientas y conceptos, la memorización por sí misma y sola no sirve para nada.
Hay esperanza.
(Música)
queridas y queridos oyentes del podcast, vamos a continuar con los Seven Deadly Sins of the Coral Conducting de William Folger. En el episodio 140 del episodio anterior, habíamos visto el primero de los siete pecados capitales de la Dirección Coral, la falta de preparación. Y hoy vamos a ver el segundo de estos pecados mortales, dirigir haciendo múltiples gestos preparatorios. A mí me gusta mucho este texto de Folger, porque esto que contaba en la historia de introducción que leí recién, este, el contexto, todas las herramientas y conceptos que rodean al problema de la, al tema del memorizar la partitura, están tratados en estos siete, están resumidos en estos siete puntos a los que Folger le llama pecados, no? Pero bueno, como te decía también en el episodio pasado, encontrar por ahí no son temas nuevos, pero directores y maestros que hablan de temas ya conocidos, pero con un punto de vista tan particular y con palabras tan especiales, este que te que te hacen dar cuenta de ciertas cosas que antes no veías en esos mismos temas, entre comillas trillados.
Comencemos entonces a analizar el pecado número dos, múltiples gestos preparatorios.
Múltiples gestos preparatorios son innecesarios dice y confusos para ensambles de todos los niveles de habilidad. Esto está así traducido a medio en sux, pero lo que dice es que dar más de un levare o muchos levares antes de dar una entrada como gesto de preparación para una entrada son innecesarios y crean confusión. No importa el nivel de preparación del coro o de ensamble, puede ser muy profesional o puede ser muy amateur, genera confusión y son innecesarios. Con gesto preparatorio Folger quiere decir levare, es lo que nosotros conocemos como levare, del inglés se traduce como gesto de preparación, gesto preparatorio. En bandas y coros dice, solemos observar a directores dando tres o cuatro golpes preparatorios.
"Es muy común" dice Folier en coros y en bandas, ver a directores dar hasta tres o cuatro levares antes de una entrada. Aunque una preparación, un solo gesto, un solo levares, es todo lo que es necesario para la mayoría de las circunstancias, dos preparaciones son útiles para entradas rítmicamente difíciles y algunos cambios de tempo. Pero dice Folger, si se los entrena bien, todos los ensambles responden a un solo gesto, a un solo elevar. Si se ensaya con una preparación o con dos preparaciones bien ejecutadas, dependiendo del tempo y del tipo de anacruza, los ensambles responderán de manera correcta.
Dice Folger y cita "Elisabeth Green y Mark Gibson describen el impulso de la voluntad o escuchar el sonido deseado en el oído interno, creer después y ejecutar, iniciando hacia una respuesta segura del conjunto. Acá lo que está diciendo, bueno, habla de Elizabeth Green, que es una gran y reconocida maestra de la primera mitad del siglo XX, reconocida como no sólo docente de cuerdas, ella tenía estudios de violín y de viola, sino además como docente de dirección orquestal, ¿no?
Elizabeth Green. Y junto con Mark Gibson tienen un libro que se se llama el director contemporáneo, el director moderno, una cosa así se llama, ya lo voy a buscar y lo voy a poner en las notas del programa. Dejéme que lo anote, así no me olvido. Ahí está. A lo que se refiere Elizabeth Green con impulso de la voluntad es a, antes de dar una entrada, escuchar nosotros con audición interna, con nuestro oído interno, lo que queremos que suene.
Creer dice que esto va a ocurrir y darle entrada, ejecutar. Y entonces de esa manera nosotros vamos a dar una entrada segura, porque en definitiva a lo que apunta Folger es que cuando nosotros damos más de un levare o muchos levare sin darnos cuenta de lo que estamos haciendo, en realidad es transmitir nuestra propia inseguridad de si el coro realmente va a entrar a tiempo y si nosotros seremos capaces de dar esa entrada con precisión.
Entonces, el impulso de la voluntad, al impulso de la voluntad, Elizabeth Dreen le llama a representarnos antes de darle entrada, qué es lo que queremos que suene como lo tenemos estudiado, creer, confiar en el coro, en que el coro va a hacerlo porque lo hemos ensayado y darle entrada. Seguimos. Un mentor de este autor, dice Folger, o sea un maestro de él, dijo que se debe saber qué se desea escuchar otra vez, confiar en el coro y esperar que el conjunto cumpla.
Habla exactamente de lo mismo. Entonces, para resumir, si estamos inseguros con una entrada, o con unas con en general con las entradas antes de darle entrada representarnos auditivamente lo que queremos que suene confiar en que el coro lo va a hacer y darles la entrada un gesto o dos no más que eso y continúa folger entonces con un poco tratando de explicar cómo podemos hacer para adquirir esa confianza que necesitamos para dar una entrada con uno con no más de dos levares un conocimiento completo de la partitura dice proporciona confianza para gestos preparatorios precisos la seguridad proviene de la confianza en el trabajo realizado si confiar en lo que hemos ensayado y dice las partituras de ópera y teatro musical son buenas obras para practicar preparaciones simples si le varés un solo de entradas con un solo le varé porque hay poco o ningún tipo disponible para más sin arriesgar a interrumpir la acción.
Entonces, si queremos practicar entradas con un solo levare, tenemos que practicar con partituras de ópera o de teatro musical. Bueno, porque es cierto, yo he dirigido ópera y la verdad es que por ahí entre un número y otro no tenés absolutamente ningún tiempo para pensar ni para dudar y hay que dar elevar y seguir.
Pero además, dice Folger, algunas herramientas gestuales adicionales ayudan a la claridad de los golpes preparatorios. ¿Cuáles son esas herramientas adicionales? Te las voy a contar después de este chivo.
[Música]
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¿Cuáles son esas herramientas. ?
Usar el contacto visual antes, durante e inmediatamente después de la entrada. Esa es la primera herramienta, el contacto visual antes, durante el gesto de preparación e inmediatamente después de la entrada.
La segunda herramienta, respirar durante el movimiento del brazo a la muñeca y la mano. En el momento en que damos el levare tomamos aire.
Y dice un claro ictus preparator. El ictus es el pulso. Entonces un pulso preparatorio bien claro. Estas tres cosas dice Folger, crearán la iniciación óptima del sonido. Los tempi lentos y moderados requieren un solo gesto de preparación, un solo levare, cuando la música, cuando el tempo de la música es lento o maderado, mientras que los tempi más rápido pueden requerir un máximo de dos preparaciones para claridad y seguridad, para darle claridad y seguridad al coro. Yo suelo usar, yo no, Gustavo Espada, suelo usar dos gestos, dos levare, dos tiempos de levare para casi todo. Lo aprendí con un maestro velio que se llama Johan Deweyck, él hizo un curso con él, él nos explicó por qué él usaba dos tiempos de levares y me convenció y desde esa época, hace casi diez años, casi siempre uso dos levares para dar cualquier tipo de entrada, salvo en algunos lugares o momentos de la partitura o en obras donde realmente no hace falta dar más de un gesto y ahí entonces doy uno solo.
Continuamos. Dice Folger, "los maestros experimentados de dirección recuerdan a sus estudiantes que todos los gestos de designación, es decir, aquellos en los que se produce el sonido, entradas, requieren una preparación específica y clara para funcionar con precisión". Bueno, estamos hablando básicamente de lo mismo. Además, la respiración es la vida del gesto preparatorio, ya que todos los músicos respiran, ya sea funcionalmente para producir el sonido o para articular una frase en el caso de cuerdas y percusión.
Para desarrollar la atención aguda de los músicos, los directores pueden experimentar conduciendo a sus ensambles con los brazos detrás de la espalda y proporcionar la preparación solo con los ojos y la respiración. Esto yo lo he hecho con alumnos y da muy buenos resultados. Si? probar simplemente de no mover los brazos, ponés la mano en el bolsillo o como dice Folger, juntas las manos atrás de tu cuerpo con los brazos atrás, miras al coro, das las notas, respiras y das la entrada con ojos y la respiración. Respirar al mismo tiempo que hacemos contacto visual y ejecutar gestos con un ictus claro garantiza entradas precisas. Estas son las tres herramientas que dice Folger, que están buenas para poder limitarnos a dar un solo elevar o sumo dos.
El dominio de la mecánica de las preparaciones permite al director comunicar de manera succinta los parámetros técnicos y artísticos de la partitura. Este es otro punto muy interesante y bueno que en realidad yo creo que todos sabemos. el movimiento de cada gesto preparatorio a través del contorno del gesto, de ese gesto, la dirección y la velocidad proporciona inicialmente el tempo, la dinámica a través del tamaño con ayuda de la mano izquierda, el estilo, la expresión y la articulación, seguido del golpe hacia abajo y del movimiento de la muñeca o ictus en el punto focal del golpe en el mismo estilo. Bueno acá voy a explicar este párrafo empezando por lo último cuando habla del ictus de la muñeca del movimiento de la muñeca hay algunas escuelas de técnica de dirección que sugieren que junto con el movimiento en cada pulso hacer un pequeño movimiento de muñeca para darle precisión y para que el coreo o el instrumentista sepa dónde está ese pulso. Yo no lo utilizo.
Entonces, en definitiva lo que dice este párrafo es que en el momento del levare, en ese gesto tiene que estar toda la información que le tenemos que dar al coro para que el coro sepa con qué tiempo entrar, con qué dinámica, qué estilo, con qué expresión y con qué articulación. Inmediatamente después de elevar, viene ese golpe hacia abajo que es la entrada, el ictus que da la entrada. Continuamos entonces las preparaciones iniciales. Iniciales se refiere a cuando estamos de acapo con una obra. Pueden involucrar ambas manos.
Además de esto habíamos hablado en el episodio anterior del podcast. A veces necesitamos dar una entrada con las dos manos. La primera entrada de la obra, la entrada con la que comienza una obra, se puede dar con dos manos. Sí. Para dinámicas fuertes, más fuertes y entradas enérgicas, también sirven dar entradas con las dos manos. Las dos manos pueden proporcionar el gesto preparatorio completo. En cambio, las dinámicas más suaves y las entradas más sensibles pueden requerir, en lugar del mismo gesto con las dos manos, dar el levar y la entrada con una y con la mano izquierda hacer un gesto complementario. Estamos hablando de entradas dinámicas suaves y entradas sensibles.
Lo más importante es que los gestos deben coincidir con cómo la música debe sonar en función del concepto auditivo del director y la interpretación de la intención sonora del compositor.
La expresión facial del director debe coincidir con lo que el brazo y la mano están comunicando. Todas las mecánicas de los gestos preparatorios indican el estilo, por ejemplo legato, estacato, tenuto, ligero, pesado, sostenido, pesante y por lo tanto el estado de ánimo o el carácter de la música. Y dice que la expresión facial, nuestra expresión facial, debe coincidir con lo que el brazo y la mano están comunicando.
La audición interna de la primera frase, y acá volvemos al tema de escuchar internamente lo que queremos que soné antes de dar la entrada, la audición interna de la primera frase al considerar las frases o o subdivisiones técnicamente o rímicamente más difíciles, ayuda a establecer un tempo óptimo. Acá se refiere entonces a que especialmente cuando la entrada es complicada, ya sea por el tempo o por el tipo de textura, es muy importante que nos representemos auditivamente de manera interna la sonoridad del pasaje antes de dar la entrada. Lo que sugería Elizabeth green.
Sigo, durante la preparación de la partitura es útil escribir adjetivos o adverbios que describan el estado de ánimo y el tempo deseado al comienzo de cada sección de la composición. Otra vez, mientras estudiamos la partitura es muy útil, dice, escribir, anotar allí, adjetivos, adverbios que describan el estado de ánimo y el tiempo deseado al comienzo de cada sección. Y es por esto que Folger sugiere que el primer pecado capital, la falta de preparación, es un ítem que atraviesa a los otros seis.
Vamos a ver a lo largo de estos episodios que la falta de preparación va a estar siempre presente.
"Investigue", dice, "las definiciones reales de los términos de expresión y de tempo.
Por ejemplo, alegro definido como alegre o brillante y largo, que significa amplio o extenso. Estas definiciones nos brindan un concepto más preciso de la intención sonora de los compositores en lugar de definir alegro y largo como rápido y lento respectivamente". Si?
Allegro entonces como alegrio brillante, no solo como rápido, o en lugar de rápido y largo, como amplio y extenso, más allá de que pueda significar lento. Esto además, estos son conceptos, son indicaciones cuyo significado cambia en los diferentes períodos de la historia de la música.
Entonces, esto que sugiere Folger de investigar, qué significan esos conceptos, esas indicaciones en la partitura que estamos estudiando, nos va a ayudar a definir la interpretación.
Y ya para terminar, dice Folger, un concepto auditivo, maduro, combinado con una expectativa positiva del conjunto, del grupo, mirándolos como artistas responsables, independientemente de la edad que tengan, permitirá una ejecución segura y confiada del suelo.
Y hasta aquí el episodio de hoy.
No te olvides de compartirlo. Nos vemos la próxima.
(Música)
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